Clasificación de la obra
Obra pictórica figurativa. Óleo sobre lienzo 1,65 x 2,38. Destruida durante de 2ª Guerra Mundial.
Composición de la obra
En un paisaje árido, duro, aparecen dos figuras de espaldas, en un primer plano, uno, viejo de rodillas con un pico en la mano y el otro, un muchacho de pie.
La composición es muy simple, sólo las dos figuras, retratadas desde un punto de vista ligeramente más alto se recortan en una colina en penumbra mientras únicamente en el ángulo superior derecho se ve un pequeño trozo de cielo azul; se completa la escena con los objetos cotidianos de los picapedreros.
La luz proviene de la parte frontal iluminando las figuras que proyectan leves sombras y contribuye al efecto plástico de los personajes, aunque la línea tiene también un importante protagonismo.
Los colores utilizados son toda la gama de los pardos y ocres, con algunos toques de blanco sucio y el pequeño toque de color azul del fondo que nos sitúa la escena de día, pero en la ladera de la umbría, que contribuye al efecto de tristeza y miseria al tiempo que “empuja” a las figuras hacia el espectador.
La profundidad no se consigue sólo con el juego de luces y sombras sino también por los escorzos que adoptan las figuras.
El dibujo tiene un marcado protagonismo con las figuras perfectamente delimitadas, sin embargo el color domina el paisaje.
Contenido temático
El tema de la obra nos la explica el mismo autor en carta a su amigo Wey: “Me dirigía al castillo de Saint-Denis para pintar un paisaje, me paré cerca de Maisières para observar a dos hombres que partían piedras en la carretera. Es difícil imaginar una indigencia más completa y más manifiesta…, así es como me vino la idea al espíritu de hacer de ello un cuadro…Por una parte hay un viejo de setenta años, encorvado por el trabajo, con el pico levantado, la piel quemada por el sol, la cabeza protegida por un sombrero de paja; sus pantalones de tela burda, estaban todos remendados y en los zuecos rotos se veían los calcetines, que debieron ser azules, rotor por los talones. A su lado un joven con los cabellos llenos de polvo, la piel grisácea, la camisa sucia y desgarrada, deja al descubierto los costados y los brazos; un tirante cuero le sujeta lo que le queda de unos pantalones y los zapatos llenos de barro se entreabren por todas partes…”
Los Picapedreros representa, pues, un hecho real pero intrascendente: el trabajo de los picapedreros, la dura existencia física de dos peones camineros. Seres totalmente anodinos a los que no se le ve el rostro, de modo que no expresan nada, ninguna idea ni emoción alguna, sólo equivalencias formales de ciertas cualidades inherentes a este tipo de trabajadores: fuerza, taciturnidad, cierta torpeza y pesadez. Visten ropas raídas, apreciándose claramente los parches de los pantalones o los agujeros de las camisas.
Las piedras, la cacerola del fondo, los útiles de trabajo toman un papel tan protagonista como los de los propios personajes en la composición, recogiendo el pintor con el mayor realismo posible lo que observaron sus ojos.
Con esta obra Courbet quiere democratizar el arte, analizar la sociedad para corregirla ya que el pintor tiene una misión que cumplir: la transformación de la realidad
Lenguaje estilístico al que puede adscribirse la obra
La obra utiliza el lenguaje del Realismo, movimiento cultural que se caracteriza por la representación objetiva de la realidad que se dio en la segunda mitad del XIX. Pertenece movimiento pictórico realista que se desarrolló en Francia primero y después en el resto de Europa entre el Romanticismo y el Impresionismo, en el S. XIX.
Las ideas fundamentales entorno a este movimiento pictórico son las siguientes:
1) Desde el punto de vista técnico el realismo no aporta nada nuevo; se utilizan las técnicas y recursos utilizados por movimientos anteriores.
2) El propio Romanticismo contiene en germen las fuerzas que generan el movimiento realista. No existe un corte total entre Romanticismo y Realismo (como sucede en Millet), no deben pues ser considerados movimientos opuestos.
3) El Realismo busca que el arte refleje la “verdad” directa de los campos o de los ambientes ciudadanos, interiores o retratos. La atención se dirige hacia el paisaje, los tipos populares, lo particular, lo perecedero.
4) Influencia de la aparición de la fotografía, que proporciona una nueva mirada sobre la realidad aportando nuevos encuadres y eliminando gestos artificiales
Localización y contexto histórico
Una serie de hechos de distinto orden: la revolución de 1848, el desarrollo de la industria y de los medios de comunicación que cambiaron las condiciones de vida y ocasionaron la concentración de masas obreras en los grandes centros, la evolución general hacia el positivismo, los descubrimientos en todos los aspectos científicos, la toma de conciencia de la idea de progreso social…. explican la aparición y el desarrollo de esta tendencia en la Francia de mediados del S. XIX.
Identificación de la obra y del autor
La obra es “Los Picapedreros” de 1849 realizada por el pintor francés Gustave Courbet, considerado el padre del Realismo. Para él el Realismo consiste en afrontar la realidad prescindiendo de todo prejuicio filosófico, teórico, moral, religioso y político. Considera que la realidad no es para el artista nada distinto de lo que es para los demás, es un conjunto de imágenes que capta el ojo.
La idea de un arte que debe tomar conciencia de su “misión social “aparece a partir de 1830, pero no se puede hablar de escuela realista hasta después de las sangrientas revueltas de 1848.
Courbet es un pintor que mantiene un compromiso político personal muy firme. Muestra la realidad en toda su crudeza para que compartamos con él los mismos sentimientos de rechazo y, en consecuencia, reaccionemos en su contra.
La obra de Courbet se caracteriza por su fidelidad al natural, la fuerza del dibujo, el detallismo y el estudiado uso del color. En esta línea se inscriben una serie de obras maestras como “Entierro en Ornans”, “El taller del pintor” “Buenos días Sr. Courbet” “Señoritas a orillas del Sena” y “Los picapedreros” de la que dijo Proudhon que inauguraba la temática socialista en la pintura.
muy buen resumen
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