martes, 17 de abril de 2012

Interior de la Catedral de Las Palmas de Gran Canaria



1. Descripción de los elementos según un criterio cronológico

El siglo XVI.

La catedral de Santa Ana no se levantó de una sola vez, sino por fases. La primer abarca desde 1504 hasta 1570, fecha en la que se paralizan las obras. En esta etapa intervinieron maestros foráneos (sevillanos, cántabros, vascos), pues Canarias no contaba aún con artífices capaces de realizar un edificio de tal entidad. Los trabajos se realizaron desde los pies hacia la cabecera, para así permitir el uso de la antigua sede mientras se elevaba del nuevo edificio. El modelo que siguió esta obra fue, sin duda, la catedral sevillana, elevada en el siglo XV sin girola y con bóvedas de nervios combados. Aún en el siglo XVI, la obra de Santa Ana llegó hasta los pilares previos al cimborrio, y aquí pararon los trabajos.

Según el primer proyecto, el edificio iba a contar con tres naves y dos más de capillas, a desigual altura, esto es, la central más alta que las laterales. Luego se decide dejar las tres principales a una elevación similar. Si deambulamos por el interior del recinto observamos bóvedas nervadas de terceletes, todas iguales, y una estrellada de nervios combados, éstos propios del gótico final, como se advertía en la catedral sevillana. Los pilares, en puridad columnas, despliegan delicados baquetones. En el exterior percibimos los contrafuertes y pertinentes arbotantes, éstos de escasa inclinación, habida cuenta de la igualdad de altura en las naves principales.

Los materiales empleados en la obra fueron la cantería (gris, amarilla y parda), mampuesto para los muros internos y zonas hoy encaladas – nos los advierten los paramentos a la luz de la inconclusa iglesia del Sagrario-, así como piedra pómez, presentes en ciertas zonas de bóvedas, habida cuenta de su escaso peso.

La fachada lució dos torres octogonales, elevadas ya en el siglo XVI, de claro recuerdo portugués, hoy evidentemente desaparecidas. Nos queda, sin embargo, un testigo, la copia que se realizó, a principios de siglo XVIII, para la iglesia del Pino en Teror. Las ventanas se cierran con arcos apuntados, mientras que las primitivas, hoy ciegas, presentan arcos de medio punto. Las vidrieras que luce el edificio son posteriores a 1920. En su momento, el cabildo catedral planteó encargar algunas a Flandes, pero resultaban excesivamente caras, por lo que tal proyecto fue aparcado.

Los siglos XVII y XVIII.

El siglo XVII y la primera mitad del siguiente suponen un largo paréntesis, hasta que llega a Canarias el racionero (religiosos secular que ocupa un cargo en el Cabildo Catedral) Diego Nicolás Eduardo (Tacoronte, 1798), quien había aprendido los rudimentos de la arquitectura a su paso por Granada y Segovia. Decide entonces este religioso continuar el edificio. En vez de acudir a las pautas neoclásicas, imperantes hasta entonces, realiza la ampliación hasta la cabecera actual siguiendo las estructuras góticas, para mantener así la uniformidad de la obra. El edificio constituyó entonces una planta de cruz latina, con tres naves a igual altura y dos más de capillas, y en el crucero se elevó el sorprendente cimborrio con linterna. En la zona sur quedaba el Patio de los Naranjos, que permitía el acceso al edificio a través de una puerta de rasgos renacentistas elevada en el siglo XVII. Mientras, el costado norte estaba reservado para realizar la capilla del Sagrario, obra nunca construida.

Siglos XIX y XX.

Es necesario adentrarse en el siglo XIX para ver concluida una parte de su fachada y el exterior del testero, ahora sí en estilo bajo pautas clasicistas. La construcción continuaría a principios del siglo XX, momento en que se realiza el templete.

Esta fachada nos muestra la superposición de órdenes, pilastras corintias y compuestas y un frontón curvo que engulle a otro triangular, solución que ya habíamos visto en la cúpula de San Pedro del Vaticano (Miguel Ángel) o la fachada de la iglesia de Il Gesú (della Porta), ambos ejemplos renacentistas. La zona central del segundo cuerpo acoge un rosetón, verdadera antesala del que, realizado en el siglo XVI, se observa desde el interior del edificio.

La zona interna de la fachada nos deja ver, tras el adecentamiento que experimentó el recinto en los primeros años del siglo actual, los accesos que tenían las ya indicadas torres caracoles u octogonales, derribadas para hacer el frontispicio actual. En el hueco que se abre en el lado del Evangelio cuelga una campana, regalada por la colonia neerlandesa en la ciudad, en rememoración del ataque a la ciudad que, en 1599, llevó a cabo el pirata de ese origen Pieter van der Does, quien se llevó las que tenía entonces el edificio

2. Lenguaje estilístico

La arquitectura canaria hasta las últimas décadas del siglo XVIII. Las construcciones canarias hasta finales del Setecientos vienen encuadradas en lo que se conoce como el modo de construir mudéjar (gótico-mudéjar, renacimiento-mudéjar, barroco-mudéjar). Los rasgos propios de estos estilos europeos quedan limitados a determinadas zonas del edificio, en tanto que el resto sigue las pautas mudéjares. Contadas excepciones existen a esta situación, tales son la iglesia de los jesuitas de Las Palmas de Gran Canaria, o la de la Inmaculada Concepción en La Orotava, la primera alzada a mediados del siglo XVIII, la otra concluida en 1788, ambas de esquemas barrocos, y la espléndida fachada de lo que fue el Cabildo Civil palmero, hoy Ayuntamiento de la capital de la Isla.

Las manifestaciones góticas en Canarias conviven con las pautas mudéjares. Nos vamos a encontrar, pues con construcciones que amalgaman los muros de mampuesto, las cubiertas de madera en artesa (armaduras), los alfices..., con los arcos apuntados y conopiales, las tracerías góticas, los vanos abocinados y aun las cubiertas abovedadas con nervaduras. En cualquier caso, y en este contexto, sólo la catedral de Las Palmas puede considerarse un edifico plenamente gótico en conjunto, pues presenta arbotantes y bóvedas estrelladas, aparte otros rasgos propios del estilo. El resto de las construcciones muestran únicamente elementos aislados del estilo, elementos que, por lo demás, se adentran en ocasiones en el siglo XVII. Las pautas góticas, por otra parte, serían introducidas en Canarias ya, antes de acabar la conquista, por los normandos que emprendieron la conquista de Lanzarote y Fuerteventura (primeras décadas del siglo XV).


3. Cronología y autores

El primer maestro de obras que interviene en la catedral, Pedro de Llerena, fue contratado en Sevilla en 1504. Éste diseña una nave central, más alta, y otras laterales más bajas, hacia las cuales se abrían capillas. Las obras se paralizan más tarde por falta de dinero, y serán reemprendidas por Juan de Palacios, natural de Santander. Dicho maestro cambia el esquema de Llerena, pues realiza unas trazas que suponen la elevación de las naves laterales hasta dejarlas a la altura de la central y realiza pilares de sección circular, al tiempo que levanta las primeras bóvedas nervadas. A mediados del siglo llegan los vascos Martín de Narea y Pedro de Narea. El primero sigue levantando bóvedas de terceletes y estrelladas, mientras que Pedro muestra ya rasgos del Renacimiento, como son los capiteles de la capilla de la Antigua. El ingeniero militar italiano Próspero Cassola realiza la fachada clasicista, flanqueada por las dos torres caracoles.

El siglo XVII supone pocos añadidos, prácticamente el patio de los Naranjos y la llamada Puerta del Aire, ya plenamente renacentista, debidos a Juan Lucero.

Habrán de transcurrir más 150 años hasta que se reanuden las obras, dirigidas por Diego Nicolás Eduardo, a quien ya citábamos. Este religioso se decanta, para el exterior, por los rasgos neoclásicos. Diseña, así, una fachada y cabecera en este estilo. La primera fue comenzada realmente por José Luján Pérez, quien la dejó inacabada. Las últimas intervenciones se deben a los arquitectos Laureano Arroyo y Fernando Navarro. Este último dirige la construcción del templete (principios del siglo XX).

4. Antecedentes y consecuentes.

Entre los antecedentes hemos de citar los estilos gótico y mudejar.

A. Gótico: estilo artístico que se da en la Europa occidental desde la segunda mitad del siglo XII hasta el siglo XV. Este último siglo supone ya en Italia la aparición de las pautas del Renacimiento. El término gótico comenzó a aplicarse durante este período, el Renacimiento, con sentido despectivo.

B. Mudéjar: estilo arquitectónico que se extiende por la España cristiana entre los siglos XI y XV. Tal estilo muestra una mezcla de elementos cristianos, propios del arte románico y gótico, con otros musulmanes (utilización de madera, ladrillo, yeso y cerámica vidriada). El término mudéjar, en su origen, se refería a los musulmanes que vivían en zonas cristianas, pues la etimología de la palabra responde al árabe mudeyyen, esto es, aquellos a los que se les permite quedarse. Es en el siglo XIX cuando comienza a utilizarse el vocablo para aludir a las labores constructivas.

Respecto a las consecuencias de la obra podemos realizar las siguientes reflexiones. La única sede catedralicia en Canarias hasta el siglo XIX es la de Las Palmas de Gran Canaria, dedicada a Santa Ana, la Madre de María. La primera sede del obispado, sin embargo, estuvo en Lanzarote, en la zona conocida como El Rubicón (municipio de Yaiza), desde 1404, recién comenzada la conquista de esta isla. Una vez se acabe de dominar Gran Canaria, en 1483, la catedral es traslada a esta Isla. Allí, en Vegueta, se levanta el primer edificio. Este recinto debió de ser muy pequeño, por lo que, cuando clarea el siglo XVI, se emprende la construcción de otro mayor. Los primeros trabajos se iniciaron, con toda probabilidad, en 1504, esto es, sólo ocho años después de que acabara la conquista de Tenerife. Ello explica que el pasado año 2004 se cumpliera el sexto centenario del nacimiento de la Diócesis y el quinto desde el comienzo de las obras de nuestra catedral actual.

Habrían de transcurrir varias centurias hasta que la actual provincia occidental (Santa Cruz de Tenerife) consiga, también, el establecimiento de una catedral en su territorio. Esto acontece en 1819, cuando regía los destinos de España Fernando VII. La catedral tinerfeña tuvo como sede la preexistente iglesia de los Remedios de La Laguna, entonces capital de la Isla, donde aún continúa, si bien el edificio anterior fue derribado a principios de siglo XX para elevar en su suelo la construcción actual, neogótica, salvo su fachada, que se mantuvo, realizada en el siglo XVIII bajo pautas neoclásicas.

Canarias cuenta, pues, con dos diócesis (sedes de obispos), la Canariense-Rubicense (provincia oriental) y la Nivariense (provincia occidental).

En ocasiones leemos u oímos hablar de la catedral de Arucas. Se da tal nombre a este edificio atendiendo a su estructura, pero no se trata realmente de una catedral, ya que no es sede de obispo alguno. Es, por lo demás, un edificio que responde a esquemas neogóticos, y fue realizado durante el pasado siglo XX.

5. Función y significado

La catedral canariense, pues, ofrece un interior de rasgos góticos, envuelto en un caparazón neoclásico, en el que despuntan los contrafuertes y arbotantes. A pesar de los intentos por dejar un espacio desahogado en torno a la sede, poco se consiguió, pues, como vemos, las viviendas se arraciman en torno al egregio recinto.

Esta construcción constituye la única obra realizada con pautas del gótico culto en Canarias. Hasta el siglo XVIII no volveremos a encontramos con edificios cerrados bóvedas. El primero de ellos lo fue el templo de la compañía de Jesús en la capital grancanaria (templo de San Francisco de Borja). Algo más tarde, se emprendería la elevación de la iglesia que, dedicada a la Inmaculada Concepción, se alza en La Orotava.

El resto de las construcciones acometidas en Canarias hasta entonces responden a las pautas mudéjares, por lo que muestran cubiertas de madera, las armaduras, si bien pueden ofrecernos alguna bóveda o arranques propios del gótico culto, localizados en determinadas zonas (bóveda de nervios combados que cierra el cuerpo bajo de la torre de El Salvador en Santa Cruz de La Palma, arranques ojivales localizados en el baptisterio del templo que preside Nuestra Señora de Regla en Pájara, Fuerteventura).

6. Contexto histórico

La obra que nos ocupa se eleva en la capital grancanaria veinte años después de acabar su conquista, y apenas ocho desde que culminó el dominio de Tenerife (1496). El lugar escogido por los conquistadores para establecer su primer campamento (El Real de Las Palmas) fue la zona próxima a la ermita de San Antonio Abad (zona trasera de la catedral), lugar éste que presentaba suelo firme, a diferencia de los arenales propios de La Isleta y Alcaravaneras, así como abundante agua, que llegaba desde las medianías y cumbres de la Isla a través del barranco de Guiniguada, hoy cubierto en su tramo bajo por la carretera que nos permite el acceso al centro de la Isla.

Desde aquél núcleo originario, la urbe grancanaria se expandirá hacia el norte, de modo que pronto quedó limitada a los barrios de Vegueta y Triana, fajados al norte y sur por las murallas que la protegían. El resto quedaba extramuros. El bastión norte discurría por la actual calle de Bravo Murillo, mientras que el correspondiente al Sur se alzaba en la zona que hoy ocupa la vía Hernán Pérez. El flanco interno quedaba parapetado por el escarpe o risco, en el que pronto se levantó la fortaleza de San Francisco (trasera del actual Hospital militar). Las indicadas murallas serían derruidas en la segunda mitad del siglo XIX para permitir el avance de la ciudad hacia norte. Al tiempo que la ciudad crecía, se poblaban tímidamente los espacios más incómodos, esto es, los ubicadas en el escarpe.

La ordenación de la ciudad la refleja perfectamente en el siglo XVI Leonardo Torriani, ingeniero militar itálico a las órdenes de Felipe II, y en el XVII Pedro Agustín del Castillo. De esta última planimetría se ha realizado una maqueta bien didáctica, expuesta permanentemente en la Casa de Colón (Vegueta). Las trazas de Castillo reflejan convenientemente la obra que nos ocupa, así como la sede del Cabildo, Audiencia y cárcel, establecimientos hospitalarios, puentes que salvaban el ya reseñado barranco y toda una multitud de ermitas e iglesias- incluidos los seis conventos que albergó la urbe-, aparte, lógicamente, el entramado de viviendas. La capital grancanaria centralizaba asimismo el Santo Oficio.

Resulta pertinente expresar que el edificio de la catedral de Las Palmas quedó enfrentado durante largo tiempo al poder civil, el Cabildo de la Isla, ubicado al otro lado de la Plaza de Santa Ana. Con el régimen liberal, dicho sede pasó a acoger el Ayuntamiento de la ciudad. Poco después sufriría un terrible incendio (década de 1840) que provocó su ruina, de modo que se procedió a levantar la construcción actual. Como es bien sabido, las oficinas del Ayuntamiento se trasladaron posteriormente a la calle León y Castillo.

7. Identificación

La Catedral de Las Palmas de Gran Canaria, construida entre los siglos XVI y XX, está situada en el barrio de Vegueta.

Comentario basado en el de JOSÉ CONCEPCIÓN RODRÍGUEZ.

La Sagrada Familia. Gaudí




1. Descripción de los elementos

El Templo Expiatorio de la Sagrada Familia es una iglesia de cinco naves con crucero de tres, que forman una cruz latina. Sus dimensiones interiores son: nave y ábside, 90 m; crucero, 60 m; anchura de la nave central, 15 m; naves laterales, 7,5 m cada una (la nave principal en total, 45 m); anchura del crucero, 30 m.

Ábside
La cabecera del templo tiene forma semicircular y está formada por siete capillas distribuidas alrededor de un deambulatorio y del espacio central, donde se encuentran el altar y el presbiterio. Hay dos escaleras de caracol, una en cada extremo. Estará coronado por una torre.

Claustro

El claustro, situado perimetralmente alrededor del templo, constituye un espacio de comunicación entre las fachadas, las sacristías y las capillas.

Crucero y transepto
La nave transversal que une la fachada del Nacimiento con la de la Pasión está dividida en tres espacios: los transeptos, que conectan directamente con las dos fachadas, y el crucero, que es el ámbito central y está coronado por cinco torres.

Cripta
Planta subterránea que ocupa el espacio de debajo del ábside y que, por lo tanto, comparte la misma estructura.

Fachada de la Gloria
Fachada principal del templo, orientada al Sur, de cara al mar, formada por cuatro torres que quedan unidas por un gran pórtico o nártex.

Fachada del Nacimiento
Fachada del transepto orientada al Este y formada por cuatro torres y tres portales. Está dedicada al nacimiento de Jesús y fue la primera que se construyó, con la intervención directa de Gaudí.

Fachada de la Pasión
Fachada del transepto orientada al Oeste, formada por cuatro torres unidas por un gran porche, dedicada a la pasión, muerte y resurrección de Cristo.

El templo tendrá 18 torres, cuatro en cada una de las tres puertas haciendo un total de 12 por los apóstoles, en el centro la torre cimborrio dedicada a Jesús, de 170 metros de altura, otras cuatro de los evangelistas alrededor de la torre cimborrio, y sobre el ábside otro cimborrio dedicado a la Virgen. Las torres tienen perfil parabólico, y disponen de unas escaleras helicoidales que dejan la parte central hueca para situar allí unas campanas tubulares dispuestas como carillón.

Gaudí concibió el interior de la Sagrada Familia como si fuese la estructura de un bosque, con un conjunto de columnas arborescentes divididas en diversas ramas para sustentar una estructura de bóvedas de hiperboloides entrelazados. Las columnas las inclinó para recibir mejor las presiones perpendiculares a su sección; consiguió una sencilla forma de soportar el peso de las bóvedas sin necesidad de contrafuertes exteriores. Los materiales utilizados son piedra y hormigón en bóvedas y fachadas y los remates superiores de las torres son dorados y esmaltados con brillantes colores de cerámica de Murano. En el alzado destaca la verticalidad marcada por las altas torres y las vidrieras que rasgan sus muros y crean una sensación lumínica de diafanidad resaltando las audaces formas constructivas.

No hay que olvidar la incorporación del sonido, las torres en sí mismas ya son elementos acústicos (las escamas se colocan de manera adecuada para que suene el viento) pero también se integran en la arquitectura un gran órgano y las campanas.

2. Lenguaje estilístico

El Modernismo convive con otras corrientes arquitectónicas: la arquitectura del hierro y la escuela de Chicago. En las artes figurativas se desarrollan el impresionismo y post impresionismo y las primeras vanguardias históricas (expresionismo, fauvismo, cubismo).

El Modernismo (1880-1910) tiene diversas denominaciones según los países: en Francia Art Nouveau, en Inglaterra Modern Style, Secession en Austria o Jugendstil en Alemania, Modernismo en España. Tiene en común, en todos los países, que rompió con la tradición histórica y aprovechó las ventajas de la tecnología y de la industria. Es un arte que dio respuesta a las necesidades de una burguesía enriquecida con la industria y el comercio. En Francia, España y Bélgica predominaron las líneas ondulantes y los motivos orgánicos, con referencias a la naturaleza; todos sus elementos están dotados de una gran plasticidad y dinamismo, con especial predilección por la línea curva, tanto en lo estructural como en lo decorativo (motivos vegetales, figuras femeninas de largos cabellos y sinuosas vestimentas). Sus figuras más destacadas fueron el belga Víctor Horta y el catalán Antoni Gaudí. En Gran Bretaña, Austria y Alemania predominó un Modernismo de formas más rectilíneas, que enlaza con el racionalismo del siglo XX. Su concepción más severa, se basa en la línea recta y en una decoración de carácter geométrico. Una de sus figuras más sobresalientes fue el escocés Charles Rennie Mackintosh.

Entre las características generales del Modernismo destacan:

- Este estilo se desarrolló no sólo en la arquitectura sino también en la pintura y en las artes decorativas. Los artistas modernistas deseaban unificar las artes y por eso no sólo diseñan el edificio sino también lo que contiene: muebles, lámparas…

- Se utilizan y combinan materiales tradicionales (piedra, ladrillo) y nuevos (hierro, acero, vidrio), que se aplican indistintamente, según la conveniencia, a los elementos constructivos y a los decorativos.

- Las estructuras metálicas sostienen el edificio y con frecuencia quedan a la vista.

- La decoración, muy variada y rica en colores, es abundante, pero no trata de ocultar la estructura del edificio, que se nos muestra de forma abierta. Es más, los elementos constructivos, incluidos los elaborados con los nuevos materiales, a menudo cumplen también una función decorativa: columnas de fundición con formas de tallos, vanos y cubiertas con vidrieras policromadas.

- El espacio interior adopta plantas libres, que huyen de la simetría.

- La luz adquiere un gran protagonismo, penetrando a través de las ventanas, miradores, vidrieras y claraboyas.

- El aspecto exterior presenta la misma libertad de volúmenes y formas, en un deseo de transmitir el entorno urbano una sensación de alegría y variedad.

Otros arquitectos importantes en Cataluña, también modernistas, son Domenech i Muntaner y Puig i Cadafalch, aunque a Gaudí hay que considerarlo como un artista único, un genio.


3. Cronología del periodo estilístico

El Modernismo fue un amplio movimiento artístico que vivió su periodo de máximo esplendor entre 1890 y 1910. Esta corriente surgió en diversos puntos de Europa y daba respuesta a las necesidades de una burguesís enriquecida que buscaba un arte enraizado en el pasado , pero más elegante y de mayor calidad que el ofrecido por los artistas historicistas o los ingenieros del hierro y el cristal. Cataluña fue el foco más importante de modernismo español.

Antoni Gaudí (1852- 1926) es una de las figuras más universales de la cultura catalana y de la arquitectura internacional . Su obra se incluye en el estilo conocido como Modernismo. Nació en el Baix Camp (Reus), pero fue en Barcelona donde se formó, trabajó y vivió con su familia. También es en esta ciudad donde encontramos la mayor parte de su obra. Cultivó principalmente la arquitectura, pero también el diseño de muebles y objetos, el urbanismo y el paisajismo, entre otras disciplinas. En todos estos campos, desarrolló un lenguaje propio muy expresivo y consiguió crear una obra que se dirige directamente a los sentidos.

Entre las obras más destacadas de Gaudí están: el Capricho en Comillas, el palacio episcopal de Astorga , el Parque Güell , la Torre de Bellesguard, la Casa Batlló, la Casa Milà, y la Sagrada Familia en Barcelona.

La Sagrada Familia se está construyendo en esta ciudad y está emplazada en el centro de un gran solar que ocupaba toda una manzana del Eixample.

Se trataba de una iniciativa de la Asociación Josefina, fundada por Josep María Bocabella en 1860. Iniciada en un estilo neogótico convencional en 1882 por el arquitecto diocesano Francisco de Paula del Villar y Lozano, Gaudí se hizo cargo de ella a partir de 1883 y proyectó un templo grandioso, en el que intentó aplicar todos sus conocimientos arquitectónicos, y que dejó inacabado.

Gaudí dedicó la mayor parte de su carrera profesional a construir el Templo Expiatorio de la Sagrada Familia, obra encargada a finales de 1883 y que le ocupó toda su vida. El templo siempre ha sido expiatorio; es decir, desde sus inicios, hace ahora más de 127 años, se construye a partir de donativos. En este sentido, el propio Gaudí dijo: «El Templo Expiatorio de la Sagrada Familia lo hace el pueblo y se refleja en él. Es una obra que está en las manos de Dios y en la voluntad del pueblo.» La construcción continúa y se podría terminar durante el primer tercio del siglo XXI.

4. Función y significado

Para Gaudí, la Sagrada Familia era un himno de alabanza a Dios, en que cada piedra era una estrofa. El exterior del templo representa a la Iglesia, a través de los apóstoles, los evangelistas, la Virgen y Jesús, cuya torre principal simboliza el triunfo de la Iglesia; el interior alude a la Iglesia universal, y el crucero a la Jerusalén Celestial, símbolo místico de la paz.[ Gaudí diseñó personalmente muchas de las esculturas.

Fachada del Nacimiento

Al estar dedicada al acontecimiento gozoso del nacimiento de Jesús, esta fachada presenta una decoración exultante donde todos los elementos son evocadores de la vida. Se centra en la faceta más humana y familiar de Jesús, con una amplia profusión de elementos populares, como herramientas y animales domésticos.

Pórtico de la Caridad

Es el mayor de los tres, y está dedicado a Jesús. Simulando ser el Portal de Belén desarrolla una serie de escenas sobre el nacimiento de Jesús: la Anunciación, la Adoración de los Reyes, la Adoración de los pastores y la Coronación de María.

Pórtico de la Esperanza

Dedicado a San José, encontramos las escenas de los Esponsales de la Virgen María y San José, la Familia de Jesús (con San Joaquín y Santa Ana), la Muerte de los Santos Inocentes, La huida a Egipto y La barca de San José.

Pórtico de la Fe

Dedicado a la Virgen María, percibimos las escenas de la Inmaculada Concepción, la Visitación, Jesús en brazos de Simeón, Jesús trabajando de carpintero o El hallazgo de Jesús en el templo.

Fachada de la Pasión

Dedicada a la Pasión de Jesús pretende reflejar el sufrimiento de Cristo en su crucifixión, como redención de los pecados del hombre. Por ello concibió una fachada más austera y simplificada, sin ornamentación, donde destacase la desnudez de la piedra, semejando un esqueleto reducido a las líneas simples de sus huesos. Tan sólo figuran los grupos escultóricos del ciclo pasional de Jesús, obra de Josep Maria Subirachs, que ideó un conjunto simple y esquemático, con formas angulosas que provocan un mayor efecto dramático.

El propio Gaudí describía su concepción de la fachada de la Pasión de la siguiente manera:

“Alguien encontrará esta puerta demasiado extravagante; pero yo querría que haga miedo, y para conseguirlo no ahorraré el claroscuro, los motivos entrantes y salientes, todo lo que resulte de más tétrico efecto. Es más, estoy dispuesto a sacrificar la misma construcción, a romper arcos y a cortar columnas para dar idea de lo cruento del Sacrificio”.[

Fachada de la Gloria

La fachada de la Gloria será la más grande y monumental; es la fachada principal, la que da acceso a la nave central. Las obras comenzaron en 2002. Dedicada a la Gloria celestial de Jesús, representa el camino ascensional a Dios: la Muerte, el Juicio Final y la Gloria, así como el Infierno, para todo aquel que se aparta del dictado de Dios.[]

En los últimos años, Gaudí se dedicó al proyecto exclusivamente y en los últimos meses vivió a pie de obra. Cuando empezó a dirigir la construcción del templo, sólo estaba construida la cripta, en la que modificó los capiteles, que pasaron de ser de estilo corintio a otro estilo inspirado en motivos vegetales. Gaudí evolucionó desde el primer proyecto neogótico hacia su estilo particular naturalista, orgánico, adaptado a la naturaleza.

Gaudí definía muchos aspectos a medida que la construcción avanzaba, en lugar de haberlos concretado previamente en sus planos e instrucciones. Del proyecto del edificio sólo se conservaban planos y un modelo en yeso que resultó muy dañado durante la Guerra Civil española[ . ]Desde entonces han proseguido las obras: actualmente están terminados los portales del Nacimiento y de la Pasión, y se ha iniciado el de la Gloria, y están en ejecución las bóvedas interiores.

Gaudí dejó terminado, antes de su muerte, la fachada del Nacimiento, la cripta y una torre. Después se hizo cargo de las obras su ayudante Domènec Sugrañes, durante los años 1926-1936, acabando las tres torres que quedaban en la fachada del Nacimiento. Durante la Guerra Civil Española quedó destruido en su mayor parte el taller en el que Gaudí había trabajado, y donde se encontraban sus esbozos, maquetas y modelos. Por esta causa y por la particular manera de trabajar de Gaudí, no quedaron planos ni directrices acerca de cómo debía terminarse el templo. Por ello, cuando en 1944 se reemprendió la construcción de la Sagrada Familia, tuvo que definirse en primer lugar cómo debía procederse, para edificar el templo de la forma más fiel a las ideas de Gaudí. Al frente de esta gigantesca tarea estuvieron los arquitectos Francesc Quintana, Isidre Puig i Boada y Lluís Bonet i Garí, mientras que de la obra escultórica se encargó Jaume Busquets. Posteriormente, cuando se construyó la fachada de la Pasión, el conjunto principal de las figuras escultóricas le fue encargado a Josep Maria Subirachs. Las obras de este último han originado cierta polémica, debido a que ha creado esculturas totalmente contemporáneas alejadas del estilo realista que Gaudí incluyó en la fachada del Nacimiento. El escultor japonés Etsuro Sotoo ha colaborado en algunas esculturas de la fachada del Nacimiento. Desde 1987 las obras están bajo la dirección de Jordi Bonet i Armengol.

5. Antecedentes y consecuentes

Las reminiscencias góticas, estructuras como el rosetón, las bóvedas y los pináculos y la iconografía utilizada son los más destacables antecedentes de la obra. Los consecuentes vienen dados por las propias formas de construcción en la continuación de la obra siguiendo en lo posible las ideas de Gaudí y por lo tanto en los seguidores del modernismo.

6. Contexto histórico

En la 2ª mitad del s. XIX se producen una serie de cambios sociales y culturales consecuencia de las revoluciones liberales (1820,1830, 1848). Al mismo tiempo se desarrolla el movimiento obrero y se extienden las ideas anarquistas y marxistas. Se produce la expansión imperialista y en el terreno económico, algunos países europeos viven la II Revolución Industrial.

En España el Modernismo coincide con los reinados de Alfonso XII, la regencia de Mª Cristina y Alfonso XIII. La industrialización española fue lenta y tardía con respecto al resto de Europa y se redujo a determinadas zonas: Cataluña y País Vasco. Como consecuencia de esta industrialización en Cataluña se desarrolló de forma importante una nueva clase social: la burguesía que serán los principales clientes de este estilo artístico.

7. Identificación

La Sagrada Familia, de Antoni Gaudí, está situada en Barcelona y todavía no está terminada. Ha sido declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO.

lunes, 16 de abril de 2012

Los jugadores de Cartas. Cézanne




LOS JUGADORES DE CARTAS:

1. Descripción de los elementos que se observan en la obra atendiendo a un vocabulario específico (materiales, técnicas, composición y organización, etc.).

Óleo sobre lienzo. Representa a dos figuras masculinas jugando a las cartas, alrededor de una mesa sobre la que apoyan los codos. La escena ha sido abordada de un modo distinto del habitual. Situados frente a frente están concentrados observando sus propias cartas en actitud sosegada.

Se presentan tocados con sendos sombreros típicos de las clases sociales humildes de la
Provenza (región francesa de donde procede el autor). El hombre de la derecha viste una
chaqueta de tonalidades grises amarillentas que tiene su continuidad en el pantalón de su compañero, vestido éste con una chaqueta de tonalidades malvas que se mezclan con diversos colores. La gran masa cilíndrica del jugador de la pipa se ve entera y detrás tiene el vacío; la masa más suelta y luminosa del otro jugador está cortada por el borde del cuadro.

El espectador se convierte en uno de los frecuentes observadores que contemplan estas partidas en las tabernas, al situarnos en un plano cercano a la escena y no hacer apenas referencias espaciales. Una alta botella nos da paso hacia la cristalera del fondo, por la que se intuye un abocetado paisaje.

El reflejo blanco de la botella es el eje del cuadro, que no coincide en la mitad exacta, de tal manera que la composición es ligeramente asimétrica. El ambiente de taberna casi ha desaparecido, reduciéndose a la mesa en la que apoyan sus brazos los jugadores.
La escena está iluminada por luz artificial, cuyos reflejos se aprecian en el mantel de la mesa, la botella y la pipa. Es el color el que la produce. “La luz no es una cosa que pueda reproducirse, sino algo que puede representarse con colores”.

El protagonista del lienzo es el color que inunda todos los rincones de la tela. El fondo se obtiene gracias a una mezcla de tonos aunque abunden los rojizos, en sintonía con la mesa y el mantel.

El color azul tiene para él la propiedad de dar al espacio profundidad y altura, de “hacer sentir el aire”, como el mismo pintor dice. Con el color intenta destacar el relieve, modelando, no con claroscuros, sino mediante los contrastes de tonos cálidos y fríos. Realiza los contornos con trazos violetas, rechazando el negro. La aplicación del color se realiza a base de fluidas pinceladas que expresan volumen.

2. Lenguaje estilístico al que puede adscribirse la obra.

Cézanne se forma con los impresionistas pero pronto inicia un camino que le lleva a la
reconstrucción de las formas, de las líneas y los volúmenes, a la vez que conjuga la búsqueda de la belleza: el posimpresionismo.
París constituye el marco en el que se mueven estos artistas. Reúne a una serie de pintores que se forman en el impresionismo, pero superan sus investigaciones y contribuyen a importantes avances en el arte del S.XX. Se convierte en una revisión de las ideas impresionistas.


Reaccionan contra el abandono de la forma y del volumen que el impresionismo había
practicado y quieren recuperar el dibujo aunque sin renunciar al color. Quieren captar no solamente la luz sino también la expresividad de las cosas y personas iluminadas: buscan el análisis de aquello sobre lo que la luz incide.
También se relacionan con otros artistas, poetas, literatos, músicos, que enriquecen sus
experiencias. París era un bullicio centrado en los cabarets de Montmartre que llenaban de animación, color y luces de la vida nocturna.

3. Cronología del periodo estilístico abordado.

Fue pintado entre 1889 y 1892. Es un periodo en que Cézanne fue invitado a exponer con el grupo Les XX en Bruselas y, más tarde, celebró su primera exposición en París.
La obra corresponde con el estilo posimpresionista, que se extiende entre 1880 y 1905
aproximadamente, coincidiendo con la última exposición impresionista y la exposición de las Señoritas de Avignón, que marca el camino al cubismo.

4. Función y posible significado que encierra la obra analizada.

Se desconocen las razones por las que Cézanne pintó la serie de los jugadores de cartas; aunque no busca mostrar una imagen de la vida cotidiana sino experimentar sobre cuestiones relacionadas con la forma y el color, sus obsesiones pictóricas que se convertirán en vitales.

Durante la década de 1890 pintó una serie de cuadros con la temática de los jugadores de cartas, siendo este lienzo que contemplamos el más famoso de la serie.
Cuando el artista mostró este trabajo en una sociedad local de pintores aficionados, fue recibida con incomprensión por parte de todos, excepto el joven poeta Joachim Gasquet. Cézanne firmó la pintura y se la regaló en agradecimiento. Dos años después de la muerte de Cézanne en 1906, Gasquet lo vendió por la sorprendente suma de 12.000 francos.

5. Antecedentes y consecuentes de la obra de arte que se está analizando.

Puede decirse que Cézanne crea el puente entre el impresionismo del XIX y el nuevo estilo de principios del siglo XX, el cubismo.

Cézanne seguramente había visto en el museo de Aix-en-Provence, su ciudad natal, Los
jugadores de naipes atribuido a los hermanos Le Nain. También ha sido un tema plasmado por Caravaggio. Durante muchos años la obra de Cézanne sólo fue conocida por sus antiguos colegas impresionistas y por unos cuantos artistas jóvenes radicales de la línea del postimpresionismo, entre los que se incluían Vincent van Gogh y Paul Gauguin. Esta generación posterior aceptó prácticamente todas las rarezas de Cézanne.

Fueron las exploraciones de Cézanne de simplificación geométrica y fenómenos ópticos los que inspiraron a Picasso, Braque, Gris, y otros para experimentar con múltiples visiones aún más complejas del mismo tema, y, con el tiempo, a la fractura de la forma. Hay una frase, atribuida tanto Matisse como a Picasso, según la cual “Cézanne es el padre de todos nosotros”. Matisse admiraba su utilización del color y Picasso desarrolló la estructura de la composición plana de Cézanne para crear el estilo cubista.


6. Localización y contexto histórico.

Actualmente la obra se encuentra en el Museo d´Orsay (Paris).
Respecto al contexto histórico, a partir de 1870, las relaciones entre los países europeos, a pesar de la falsa apariencia de paz, se tornaron cada vez más tensas. Se realizaron una serie de alianzas entre los distintos Estados que sólo sirvieron para complicar aún más el panorama internacional.

Se intensifica el imperialismo de Europa sobre el Pacífico, Asia y especialmente África;
anexionando territorios y formando colonias. Esta expansión fue consecuencia de la búsqueda fuera de Europa de mercados y materias primas para la revolución industrial.
Los conflictos producirán desembocarán en la Primera Guerra Mundial en 1914.

7. Identificación de la obra y del autor, si procede.

Se trata de los “Jugadores de cartas”, Realizado por el pintor francés Paul Cézanne.
La comenzó estando en Suiza y la acabó en Aix-en-Provence. Esta obra pertenece a la época de madurez en la que Cézanne produce sus principales lienzos. Sobre el mismo tema de la partida de cartas, pintó cinco cuadros diferentes, entre 1890 y 1896, de los cuales éste es el más sobrio.

Catina Ramos Gutiérrez. IES Mencey Acaymo

viernes, 13 de abril de 2012

Impresión, sol naciente. Monet




IMPRESIÓN: SOL NACIENTE


1. Descripción de los elementos artísticos


Obra pictórica, óleo sobre lienzo (48 X 63 cm).


Se nos muestra un puerto con un fondo nebuloso en el que, con dificultad, se adivinan los grandes barcos mercantes al fondo, con sus mástiles y, las chimeneas humeantes de las fábricas del puerto. El sol, representado por una intensa bola naranja, se abre paso, iluminando las tranquilas aguas marinas. Acercándose al espectador navegan tres pequeñas embarcaciones a remo.



En este cuadro el autor se aleja de los criterios convencionales de la representación pictórica, obedeciendo a lo emocional que le proporciona la contemplación de los diferente elementos del paisaje, tanto naturales como los que dejan ver los tiempos modernos barcos mercantes, fábricas, humos….



Las pinceladas no perfilan, no detallan los objetos. Las pinceladas son brillantes y dinámicas, unas muy distintas a otras, así, el cielo tiene distintos trazos que las aguas del primer plano dónde las pinceladas se superponen o aparecen sueltas. El resultado es la insinuación de un instante, dando una sorprendente sensación de boceto: la pincelada ha sustituido al dibujo, por lo que los contornos se difuminan y pierden entidad. Los colores, que pretenden recoger el instante de una atmósfera efímera, el amanecer cambiante, son azules grisáceos y también rosáceos, para captar la neblina y humos. En paralelo contrasta el naranja del sol , su reflejo lumínico en el cielo y en las aguas del puerto. Recuerda la atmósfera matutina que el pintor norteamericano, Whistler, pintara en 1870 de la vista del Támesis. Esta obra fue conocida por Monet en Londres.



La elección de los colores no es casual, responde al conocimiento del pintor de la ley de contrastes de colores simultáneos descubierta en 1839 por el francés, Ëugène Chevreul : La utilización de los colores primarios cercanos en el lienzo, darán lugar a los secundarios en su visión. También señala que la yuxtaposición de tonalidades complementarias hace que la intensidad de ambas sea mayor, permitiendo abandonar el tradicional sistema del claroscuro.



La luz es la verdadera protagonista de esta obra, la que hace vibrar los colores: el agua, el cielo y todos los demás elementos del paisaje cobran forma y color con la luz naciente. El color también adquiere autonomía, unida a la emoción del artista , creando así una nueva realidad. La composición presenta una dinámica diagonal indicada por las pequeñas embarcaciones que según su lejanía nos dan sensación de profundidad, mientras, en el fondo, ancladas y casi desdibujadas las naves mayores proporcionan algo de verticalidad en sus mástiles, junto a sus chimeneas y las de las fábricas. El sol es el punto de fuga: su forma ,la más definida del cuadro y su color, el mas fuerte lo remarcan.


El resultado es un conjunto de formas imprecisas, que abandonan el Interés por el objeto, el espectador se ve ,así, comprometido ante la contemplación de la obra , que le hará alejarse un poco de ella para acabar el cuadro en su retina.



2. Lenguaje estilístico


Es una obra figurativa realizada con un nuevo lenguaje artístico, que dará nombre a un movimiento de gran trascendencia: el Impresionismo. Varios años después Monet, Renoir, Pissarro y Sisley establecen los principios de lo que será el Impresionismo:



-La representación por excelencia de paisajes y espacios abiertos, siendo sus favoritos los cercanos a ríos y mares, dónde los efectos de luz vibrante serán favorables.



-La utilización de tonalidades puras. Los colores primarios, a partir de los cuales , y por aproximación aparecen en la visión del espectador los secundarios, según las teorías ópticas -La pincelada debía ser suelta y nerviosa.



-La superficie del lienzo se convertirá en un conjunto de luz y de color que disuelva los contornos, para lograr los efectos efímeros de la naturaleza.



-La nueva valoración del espacio hará que los encuadres y ángulos sean más atrevidos, las figuras no ocuparán el centro, podrán estar cortadas por los bordes. Se trata de un modo de ver próximo a la fotografía



El gran desafío de la cámara fotográfica, que recoge retazos de la realidad, será precisamente lo que les hace tomar con rigor la idea de dar una nueva interpretación del mundo y de la naturaleza, desligando la pintura del pasado.



3. Cronología del periodo estilístico


Así pues, con este “Amanecer… “ expuesto en 1874, nace el Impresionismo.



El movimiento artístico impresionista se fraguó hacia 1860, unos artistas jóvenes franceses, con ideas revolucionarias acerca de la pintura comenzaron a reunirse en París. En 1863, muchos de ellos presentaron sus obras para la exposición oficial de arte en el Salón. Tres mil de ellos fueron rechazados. El argumento del jurado de la recusación fue el siguiente: “Se trata de una banda que persigue un arte nuevo y revolucionario. Algunos de ellos poseen un talento innegable. Si concediéramos a su grupo la aprobación oficial (…) ello significaría la pérdida del arte en mayúsculas y la tradición”.



Las protestas hicieron que Napoleón III, algunos dicen que su esposa Mª Eugenia de Montijo, organizara una exposición con estas obras en el “Salón de los Rechazados”. Monet fue desde ese año conocido ya como el guía del nuevo movimiento.



En 1874, todos los pintores citados, unidos a otros y a escultores y grabadores habían formado una asociación y decidieron exponer sus obras en el estudio fotográfico de su amigo fotógrafo Nadar, en París.



Vida de Claude Monet. (1840-1926): Nació en París, pero se crió en la localidad costera de EL Havre. Su iniciación en el mundo artístico comenzó con las caricaturas que realizaba debido a su aburrimiento en las clases de secundaria. Logró ganar algún dinero con ellas, de moda en la prensa de su época.. En 1860 entró en el estudio de Gleyre, en París, allí conoció a Renoir y Sisley. Posteriormente entró en contacto con Manet, ,quedado fascinado por sus obras. Será cuando comience su pintura à plein air. Admiró la escuela de Barbizon y, junto a Renoir pasó un periodo pintando escenas marinas.



Viajó a Londres, Holanda y Venecia. Su visión de las luces, tan variadas de esos lugares, quedarían para siempre plasmadas en diferentes obras. Con el tiempo se dedicará a realizar series: Pinturas de un mismo lugar durante distintos momentos del día, como las series de la catedral de Ruan, los Acantilados, las ninfeas…. Instalado en Argentuil los paisajes fluviales se multiplicarán. Su última residencia, junto a su segunda compañera, será Giverny. Allí fallecerá en Diciembre de 1926



Fue un pintor muy prolífico, al que se le calculan mucho más de dos mil cuadros. También fue el único de los impresionistas que permaneció fiel a los principios del movimiento durante toda su vida Había escrito: “Yo persigo un sueño, el sueño de lo imposible. Los otros pintores pintan un puente, una casa, una barca. Pintan el puente, la casa, la barca y ya han terminado (…) Yo quiero pintar la atmósfera en que se hallan el puente, la casa y la barca. La belleza del ambiente en que se encuentran, y esto no es otra cosa que lo imposible.”



En su “Impresión sol naciente” coinciden críticos al señalar la mayor expresión poética de la pintura, el lirismo visual de colores, formas y ritmos.



4. Función y significado


Así recoge Monet años más tarde, como surgió el nombre que con orgullo aceptaron los pintores del movimiento impresionista:



“He enviado (a la exposición del Boulevard des Capucines en abril de 1874) algo que hice en el Havre, desde mi ventana, con el sol en la niebla y, en primer plano, algunos mástiles de barco que se elevan…me han preguntado el título para el catálogo, el cuadro no puede pasar por una vista de El Havre; así es que les dije: “Poned Impresion”. De ahí se pasó al impresionismo y se extendieron las bromas”.


De esta manera recordaba Monet a finales de siglo, con ironía el origen del neologismo que nació del espíritu critico del periodista del Chavari, Louis Leroy:



-¿Qué representa esta tela?


- mire el catálogo. Impresión, salida del sol.


-Impresión, estaba seguro de ello. Me decía también porque estoy impresionado, que allá dentro debe de haber alguna impresión…¡ Y qué libertad, qué soltura en la factura! E papel pintado en estado embrionario está aún más acabado que esta marina.Y es un cuadro provocador, doblemente provocador puesto que se presentó en unaexposición alternativa al Salón oficial (el estudio de Nadar), el que le proporcionó al Impresionismo el nombre y el olor a azufre”.


Fue una exposición poco visitada en la que muchos espectadores se mostraron divertidos. La crítica se dividió, .alguna pensó que la pintura fue puesta a pistoletazos sobre los lienzos, otra admiró la fugacidad de los cuadros.



Estaba clara la intención de Monet: llamar la atención. El título era provocador (ya en 1861 el pintor Daubigny, de la escuela de Barbizon, había sido criticado por un cuadro que parecía impreciso). En esta obra se nos presenta un Monet más esquemático y sucinto que otras veces. Proclamaba así que importaba más la pintura que lo pintado, la impresión de la realidad que la realidad, lo instantáneo que lo permanente. Se diría que la imagen pintada es apenas un parpadeo visual, es pues justo hablar de impresión.



5. Antecedentes y consecuentes


Sus fuentes se remontan a pintores clásicos de pinceladas sueltas como Rembrandt, Velázquez y Goya, más cercano , el romántico francés Delacroix, enseñó la fuerza de las pinceladas libres y de colores brillantes.



En 1870 Monet visita Londres y conocerá las pinturas de Constable y Turner, quienes desde 1880 habían aportado elementos nuevos a sus cuadros en el taller en base a estudios al aire libre: mostraron la naturaleza con sus fenómenos atmosféricos, incorporando a sus paisajes trenes y fábricas, indicadores de los tiempos modernos, de la celeridad y fugacidad en la que se comenzaba a vivir.



Mucho antes, en 1830, en Francia, la escuela de paisaje de Barbizon, en el bosque de Fontainebleau, comenzó a estudiar la naturaleza y sus cambios. En 1840, la invención de los tubos de pintura al óleo facilitarán el pintar al aire libre con rapidez, poder captar los cambios, la instantaneidad de la realidad, los cuales se traducirán sobre los lienzos en pinceladas impulsivas y colores luminosos.


Su obra influirá en numerosos artistas posteriores: la desatención del motivo pictórico a favor de la autonomía del color y de la luz convertirán al cuadro en un valor en sí mismo. Abrió las puerta a postimpresionistas y simbolistas, a los fauvistas y a los primeros abstractos.



Hoy Monet es considerado padre de la pintura moderna, junto a Cezanne y Van Gogh.


6. Contexto histórico


El contexto histórico de la Europa de la segunda mitad del siglo XIX es bastante complejo,. Para Francia,1870, es el momento del enfrentamiento con Prusia, se proclama la III República , del sufragio censitario se pasa al sufragio universal. El Marxismo había expuesto la defensa de los trabajadores, pero el panorama no mejoraba para ellos. El Positivismo, como pensamiento busca la verdad, investigando sobre las cosas concretas y descubriendo leyes naturales que rigen la existencia. Especial relevancia tuvieron las teorías de Darwin, sobre el origen de las especies.



Renouvin, historiador francés expone que esa época fue la de” la cultura de la opinión pública”, con distintas corrientes de pensamiento. Para unos, el avance de la ciencia y la técnica junto a la potente burguesía avanzarían hacía un mundo más satisfactorio .Para otros los conflictos sociales y la guerra citada, junto a la miseria de la mayoría de los trabajadores, hacían pensar con escepticismo.



El arte es, la expresión de esas ideas, , desde el materialismo a los anhelos, preocupaciones y sentimientos. Surgen entonces distintas corrientes artísticas.




7. Localización e identificación


Museo Marmottan, París. Se trata de la obra “Impresión, sol naciente”. En su ángulo inferior izquierdo puede leerse la autoría y fecha de realización: Claude Monet 72. (Se refiere a 1872 )

Los Picapedreros. Gustave Courbet




1. Descripción de los elementos artísticos


Obra pictórica figurativa. Óleo sobre lienzo 1,65 x 2,38. Destruida durante de 2ª Guerra Mundial.


En un paisaje árido, duro, aparecen dos figuras de espaldas, en un primer plano, uno, viejo de rodillas con un pico en la mano y el otro, un muchacho de pie. La composición es muy simple, sólo las dos figuras, retratadas desde un punto de vista ligeramente más alto se recortan en una colina en penumbra mientras únicamente en el ángulo superior derecho se ve un pequeño trozo de cielo azul; se completa la escena con los objetos cotidianos de los picapedreros.



La luz proviene de la parte frontal iluminando las figuras que proyectan leves sombras y contribuye al efecto plástico de los personajes, aunque la línea tiene también un importante protagonismo. Los colores utilizados son toda la gama de los pardos y ocres, con algunos toques de blanco sucio y el pequeño toque de color azul del fondo que nos sitúa la escena de día, pero en la ladera de la umbría, que contribuye al efecto de tristeza y miseria al tiempo que “empuja” a las figuras hacia el espectador.



La profundidad no se consigue sólo con el juego de luces y sombras sino también por los escorzos que adoptan las figuras. El dibujo tiene un marcado protagonismo con las figuras perfectamente delimitadas, sin embargo el color domina el paisaje.



2. Lenguaje estilístico al que puede adscribirse la obra


Las ideas fundamentales entorno al realismo pictórico son las siguientes:


Desde el punto de vista técnico el realismo no aporta nada nuevo; se utilizan las técnicas y recursos utilizados por movimientos anteriores.


El propio Romanticismo contiene en germen las fuerzas que generan el movimiento realista. No existe un corte total entre Romanticismo y Realismo (como sucede en Millet), no deben pues ser considerados movimientos opuestos.


El Realismo busca que el arte refleje la “verdad” directa de los campos o de los ambientes ciudadanos, interiores o retratos. La atención se dirige hacia el paisaje, los tipos populares, lo particular, lo perecedero.


Influencia de la aparición de la fotografía, que proporciona una nueva mirada sobre la realidad aportando nuevos encuadres y eliminando gestos artificiales


Para Courbet el realismo consiste en afrontar la realidad prescindiendo de todo prejuicio filosófico, teórico, moral, religioso y político. Considera que la realidad no es para el artista nada distinto de lo que es para los demás, es un conjunto de imágenes que capta el ojo.


Courbet es un pintor que mantiene un compromiso político personal muy firme. Muestra la realidad en toda su crudeza para que compartamos con él los mismos sentimientos de rechazo y, en consecuencia, reaccionemos en su contra.


La obra de Courbet se caracteriza por su fidelidad al natural, la fuerza del dibujo, el detallismo y el estudiado uso del color. En esta línea se inscriben una serie de obras maestras como “Entierro en Ornans”, “El taller del pintor” “Buenos días Sr. Courbet” “Señoritas a orillas del Sena” y “Los picapedreros” de la que dijo Proudhon que inauguraba la temática socialista en la pintura.


Otros autores realistas fueron Mollet –antes citado- y Daumier. En el paisaje realista destacaron Camile Corot y la escuela de Barbizon.


3. Cronología del periodo estilístico


El Realismo es un movimiento cultural que se caracteriza por la representación objetiva de la realidad que se dio en la segunda mitad del XIX. Pertenece movimiento pictórico realista que se desarrolló en Francia primero y después en el resto de Europa entre el Romanticismo y el Impresionismo, en el S. XIX.


La idea de un arte que debe tomar conciencia de su “misión social “aparece a partir de 1830, pero no se puede hablar de escuela realista hasta después de las sangrientas revueltas de 1848.


4. Función y significado


El tema de la obra nos la explica el mismo autor en carta a su amigo Wey: “Me dirigía al castillo de Saint-Denis para pintar un paisaje, me paré cerca de Maisières para observar a dos hombres que partían piedras en la carretera. Es difícil imaginar una indigencia más completa y más manifiesta…, así es como me vino la idea al espíritu de hacer de ello un cuadro…Por una parte hay un viejo de setenta años, encorvado por el trabajo, con el pico levantado, la piel quemada por el sol, la cabeza protegida por un sombrero de paja; sus pantalones de tela burda, estaban todos remendados y en los zuecos rotos se veían los calcetines, que debieron ser azules, rotor por los talones. A su lado un joven con los cabellos llenos de polvo, la piel grisácea, la camisa sucia y desgarrada, deja al descubierto los costados y los brazos; un tirante cuero le sujeta lo que le queda de unos pantalones y los zapatos llenos de barro se entreabren por todas partes…”


Los Picapedreros representa, pues, un hecho real pero intrascendente: el trabajo de los picapedreros, la dura existencia física de dos peones camineros. Seres totalmente anodinos a los que no se le ve el rostro, de modo que no expresan nada, ninguna idea ni emoción alguna, sólo equivalencias formales de ciertas cualidades inherentes a este tipo de trabajadores: fuerza, taciturnidad, cierta torpeza y pesadez. Visten ropas raídas, apreciándose claramente los parches de los pantalones o los agujeros de las camisas.



Las piedras, la cacerola del fondo, los útiles de trabajo toman un papel tan protagonista como los de los propios personajes en la composición, recogiendo el pintor con el mayor realismo posible lo que observaron sus ojos. Con esta obra Courbet quiere democratizar el arte, analizar la sociedad para corregirla ya que el pintor tiene una misión que cumplir: la transformación de la realidad



5. Antecedentes y consecuentes


Courbet aprendió su técnica de Velásquez y Zurbarán, el manejo de la pintura y la interpretación de las luces y sombras de Rembrandt, y la composición y reinterpretación del espacio de David.


Anticipa el impresionismo, al representar los paisajes con anchas pinceladas, de un modo intenso, espeso e irregular. De esta forma el paisaje es más su esencia que una descripción de éste.


6. Localización y contexto histórico


En 1850 Europa asiste a un enorme desarrollo político, social, industrial y tecnológico. También es el periodo de la consolidación de los Estados liberales constitucionales, de la formación de nuevos estados como Italia y Alemania, de la expansión del movimiento obrero, de la mejora generalizada del nivel de vida y de un enorme crecimiento demográfico. Todos estos factores, unidos al progreso científico y tecnológico acompañan a una nueva e imparable revolución industrial.


La revolución de 1848, el desarrollo de la industria y de los medios de comunicación cambiaron las condiciones de vida y ocasionaron la concentración de masas obreras en los grandes centros, la evolución general hacia el positivismo, los descubrimientos en todos los aspectos científicos, la toma de conciencia de la idea de progreso social…. explican la aparición y el desarrollo del realismo pictórico en la Francia de mediados del S. XIX. Francia se convirtió en este período en una de las grandes potencias coloniales y además, hasta las primeras décadas del siglo XX en el centro del arte mundial


7. Identificación de la obra y del autor


La obra es “Los Picapedreros” de 1849 realizada por el pintor francés Gustave Courbet, considerado el padre del Realismo.